En la preparación de cualquier prueba deportiva entran en juego muchos aspectos que llevan al deportista a conseguir sus logros. Un entrenamiento físico adecuado, una preparación técnica y táctica según el deporte o prueba, y, desde hace algunas décadas, se empezó también a tener en cuenta, el entrenamiento psicológico. No en todos los deportes, ni en todos los niveles de competición, se aplican las técnicas de la psicología, sin embargo, cada vez son más los deportistas que recurren a ellas, como forma de alcanzar sus objetivos.
Se ha demostrado que muchos aspectos psicológicos pueden influir decididamente en los resultados de una prueba o de un partido. Hay lesiones en los jugadores que son inexplicables si no tenemos en cuenta estos aspectos. Los afectos y las relaciones entre los compañeros también inciden en los resultados.
La alta competición, por ejemplo, genera una tensión que puede lesionar al deportista a medio plazo, viendo derrumbado sus castillos cuando, después de mucho luchar para llegar hasta ahí, ven alejarse sus objetivos después de una lesión.
Todos los deportistas tienen miedos, manías, supersticiones, temor al fracaso, también al triunfo. Poder psicoanalizar todos esos aspectos tiene consecuencias en el resultado de la competición.
El psicoanálisis es un instrumento muy eficaz para el entrenamiento en cualquier deporte. Ayuda a concentrarse, a olvidar los miedos a fallar, a ganar confianza. También permite tener más paciencia y templanza, analizar las cosas desde un punto de vista más objetivo.
Hay equipos que se sienten físicamente preparados para determinadas pruebas, pero a nivel mental o psicológico hay cosas que les desvían de sus propósitos. Estar muy pendientes del resultado, tener miedos a fallar, desmotivarse o perder la ilusión, son aspectos que irán en su contra, es por eso que cuerpo y mente han de estar entrenados para dar lo mejor.
El Psicoanálisis genera un espacio donde el deportista encuentra en la palabra un vehículo que le ayude a vencer sus miedos, a superar los obstáculos. No se juega solo con el cuerpo. También se juega con la mente, sin perder la pasión. El entrenamiento mental es fundamental.