Las personas que se acercan a la consulta de un psicoanalista suelen hacerse una pregunta: qué es el Psicoanálisis, cómo me puede ayudar.
Hoy vamos a responder, de forma sencilla, a estas preguntas.
Dentro de la Psicología hay diferentes ramas y corrientes que tratan los padecimientos psíquicos del ser humano. El Psicoanálisis es una de esas ramas, que podemos definir como una psicología profunda.
Hasta la aparición del Psicoanálisis se concebía el aparato psíquico como determinado por la conciencia. Todo lo que llegaba a través de los sentidos era lo real. Sigmund Freud, padre del Psicoanálisis, descubre el inconsciente, aquella parte del aparato psíquico que va más allá de la conciencia. La conciencia es engañosa, nos dice Freud. La vista de un amanecer crea la falsa ilusión de que es el sol el que se mueve, y no nosotros.
A partir de este descubrimiento Freud crea una teoría del inconsciente, de sus efectos, y lo mas importante, una forma de acceder a él. Para ello utilizará las técnicas de la Asociación libre y la Transferencia.
Cuando una persona acude a la consulta de un psicoanalista se encuentra con un espacio donde tiene la oportunidad de ser escuchada por un profesional, pero no solo eso, sino también de escucharse a sí misma. Un espacio donde poder hablar sobre todas las cosas que le suceden en el día a día, y a su vez ir elaborando aquello que le pasa.
Cuando el paciente habla, no es escuchado de cualquier manera. El entrenamiento del psicoanalista le lleva a trabajar la escucha como una de las herramientas más importantes de la terapia, haciéndolo desde una teoría, y no desde sus prejuicios o ideología. Esta escucha facilita que el paciente hable de una manera que le sorprenda, conociendo aspectos nuevos de sí mismo.
La persona que se acerca al psicoanálisis se enfrenta a un reto, el de hablar, y hablar de todo aquello que le pasa por la cabeza, tratando de no prejuzgar lo que va a decir. Esto requiere cierta valentía por parte del psicoanalizando, de enfrentarse a un discurso que no está dicho, que se produce cada vez que se encuentra con el psicoanalista, y que va a producir cambios en su manera de pensar, de ser, y por supuesto también, de hablar.
Una psicoanalista en Las Palmas.