Cada cierto tiempo salta, en los principales medios de comunicación, la noticia de que uno o varios menores han sido abusados por un monitor o educador que imparte una actividad extraescolar. Entrenadores de futbol, monitores de artes marciales, profesor de baile,…
Los padres suelen prevenir a sus hijos frente a la agresión de un desconocido, dándole ciertas pautas de cómo actuar. Sin embargo, no se suele prevenir sobre el ataque de un familiar o de una persona de su entorno cotidiano.
Cuando dejamos a nuestros hijos al cuidado de un adulto con el que desarrollará una actividad semanal, lo hacemos con la confianza de un curriculum profesional o de una institución que lo avala, sin embargo, hay situaciones que debemos tener en cuenta para prevenir un posible abuso sexual:
- Es conveniente conocer al monitor/educador del niño/a. No solo nos debe de valer lo que nos han dicho de que es un excelente entrenador de futbol, o de boxeo, y que con los niños se lleva genial. Es importante que lo conozcamos, hablemos con él y nos interesemos por la actividad que va a realizar con nuestro hijo.
- Debemos evitar dejar a nuestro hijo/a solo con el monitor, sin una justificación determinada. Si el niño está realizando una actividad grupal no ha de realizar actividades solo con el monitor, no ha de quedarse más tiempo después de la actividad, sin un motivo que lo justifique. “El entrenador me dijo que me quedara después de los entrenamientos unas horas más”, relataba un niño a su madre después de unos episodios de abusos sexuales. El padre o la madre han de estar informados de esos cambios en la actividad, y por supuesto, siempre han de autorizar que se realicen.
- El monitor o educador no ha de hacer regalos o favores especiales al niño, mostrando una atención especial por él, sin un motivo que lo justifique. Si vemos que nuestro hijo llega con regalos o atenciones por parte del educador que no forman parte del pacto de formación, hemos de preguntar e interesarnos para saber el porqué de ese interés especial.
También existen estrategias que como padres podemos enseñar a nuestros hijos, para que sean ellos mismos los que puedan evitar una situación de abuso sexual:
- Enseñe a su hijo cuáles son las partes privadas de su cuerpo (las partes cubiertas por un traje de baño) y los nombres que tienen. Explíquele que nadie tiene que tocarle o pedirle que le enseñe esas partes, así como él tampoco tiene que tocar o verlas de otros.
- Enseñe a su hijo a decir No. Si alguien, otro niño o un adulto, le pide que haga algo que él no quiere o le incomoda, expresarle que puede decir no. No forzar a los niños a hacer cosas que no quieren, aunque sea un adulto el que se lo pida, ayudará al niño a que no sea sumiso y favorecerá que pueda decir no a una situación o petición no adecuada.
- Escuche cuando su hijo le trata de decir algo, especialmente cuando se le haga difícil decirlo. No corte su comunicación espontánea, ni poniendo el grito en el cielo sobre lo que le está diciendo, ni diciéndole que son tonterías. Si los canales de comunicación están abiertos es más fácil que su hijo le pueda comunicar alguna situación anormal o incómoda que ha vivido.
Estar atentos a lo que les pasa a nuestros hijos nos ayudará a ver pequeños signos de alarma que hemos de aprender a descifrar.