La vuelta al colegio después de las vacaciones de verano, es un momento importante para el niño. El encuentro con sus amigos, con los profesores y con los profesionales del centro escolar, son algunas de las situaciones que vivirá nuevamente después del periodo estival. Para algunos, no todos, esta vuelta se hace angustiosa, y separarse de mamá y papá puede convertirse en una tragedia.
Pero hemos de saber que todo son beneficios para los futuros estudiantes en la vuelta al cole. La institución escolar, después de la familia, tiene un papel muy importante en la socialización del pequeño, que se inicia cuando éste ingresa en el lenguaje, en torno a los tres años. Este proceso socializador es el que permite, al infantil sujeto, salir del núcleo familiar para encontrarse con el mundo, un mundo que tiene que conquistar.
La angustia que manifiestan algunos niños, sobre todo los más chiquitines, en la puerta del colegio, es inevitable. Los adultos no han de preocuparse por ello, pues la angustia es un afecto estructural del aparato psíquico. Cuando el niño llora y grita ante la separación, no lo hace porque no le guste el colegio, sino porque desconoce qué pasará después de esa despedida. Es la experiencia la que le hace comprender que la separación es temporal, y que después vendrá el añorado encuentro. Además, en ese tiempo, se encontrará con otros, que poco a poco irán siendo, también, importantes en su vida.
Si la angustia se mantiene en el niño en el tiempo hemos de pensar que es la angustia de los padres, en este caso frente a la separación, la que está obstaculizando la vuelta al cole. En estos casos los padres, el padre y/o la madre, han de psicoanalizar qué les ocurre cuando dejan a su hijo/a a la puerta del cole.
Una psicoanalista en Las Palmas.