La diferencia de lo psíquico en Consciente e Inconsciente es la premisa fundamental del Psicoanálisis. Esta diferencia nos permite entender los procesos patológicos de la vida anímica, pero también procesos psíquicos normales, como el sueño.
Lo consciente tiene que ver con la percepción, es transitorio, no duradero, y no deja huella. Lo que ahora es consciente, luego deja de serlo.
Lo inconsciente actúa desde un lugar más profundo, y aunque las representaciones inconscientes no llegan a ser conscientes, pueden provocar en la vida anímica del sujeto las más diversas consecuencias. Pero ¿qué se opone a que los contenidos inconscientes lleguen a la conciencia? Una fuerza constante que actúa sobre ellos, y que recibe el nombre de represión.
Todas las percepciones procedentes del exterior (percepciones sensoriales), y aquellas otras procedentes del interior, como sensaciones y sentimientos, son conscientes, es decir, tenemos conciencia de ellas. Pero ¿qué es lo que hace que un sentimiento, por ejemplo, de tristeza, llegue a ser consciente? La respuesta a esta pregunta es por su enlace con representaciones verbales. Es decir, será capaz de conciencia aquello que pueda ser enlazado a palabras.
¿Qué ocurre entonces con las representaciones inconscientes? Si seguimos la lógica de lo que venimos hablando, esas representaciones no serían capaces de conciencia porque no pueden ser enlazadas a palabras, o lo que es lo mismo, no pueden ser simbolizadas. Por ejemplo, hay algo que nos duele o que nos angustia, pero no sabemos qué nos pasa, es decir, no podemos ponerle palabras. Y en este sentido, es inconsciente.
Pero si eso inconsciente afecta directamente a mi vida, ¿cómo hago para saber de ello, para nombrarlo? Mediante la Interpretación del psicoanalista. El psicoanalista, con toda la información que le va dando el paciente en su asociación libre, con su participación en una cadena formativa, con su análisis personal y supervisión de casos, va a construir puentes hacia la conciencia mediante la Interpretación, es decir, poniendo palabras a aquello que no lo tiene. Va a construir algo que no existía antes, y en ese sentido podemos decir que el método del Psicoanálisis es de Interpretación- construcción.
Por lo tanto, la cura por la palabra, como Sigmund Freud denominó a la Psicoterapia, es el enlace de todo aquello que nos pasa a palabras, tanto por parte del paciente, mediante la asociación libre, como por parte del psicoanalista, mediante la Interpretación- construcción, y aquello que puede ser nombrado, simbolizado, actuará, ya entonces, desde la conciencia.