«Tus zonas erróneas» es un libro de autoayuda que puede que conozcas, ya que posiblemente sea el más leído del mundo, con más de treinta y cinco millones de ejemplares vendidos. Su autor, Wayne W. Dyer, explora una “zona errónea” en cada capítulo, o un tipo de comportamiento autodestructivo, y se dan claves para cambiarlo.
Pero hemos de decir que los libros de autoayuda como éste no procuran la ayuda que prometen. Mientras los leemos nos hacen sentir la falsa ilusión de que podemos cambiar nuestra vida, y que es una cuestión de voluntad.
Pero lo que vamos a ver en esta entrada es que cambiar nuestra vida requiere más que voluntad, y que estamos sobredeterminados. Por ejemplo, una de las consignas que dan estos libros, es que el momento de empezar el cambio es ahora. Y suelen poner como ejercicio, bastante infantil, por cierto, contestar a la pregunta: qué harías si te dijesen que te queda un día de vida, un mes o un año.
Vamos a empezar a sincerarnos: una de las cosas que más se oponen al cambio es la aceptación de la muerte. La propia muerte no tiene representación, y eso hace que nos cueste pensar en ella. Cuando nos pensamos muertos, lo hacemos siempre observándonos desde fuera. Tenemos la concepción de que siempre vamos a estar ahí, de una u otra manera. Esto hace que el tema de la muerte, sobre todo la propia, no lo veamos como una realidad, sino como algo que les pasa a otros. Esta idea de “inmortalidad”, más allá de que en la conciencia expresemos otro sentir, se opone a la idea de cambio. En frases cotidianas que todos usamos se puede ver reflejada esta negación de la muerte: “no cambies, sigue siempre así”, cuando lo más cambiante que hay es la vida.
Pero no solo la aceptación de nuestra muerte influye en el cambio. También he de hablarles de la neurosis. Cuanto mayor grado de neurosis tiene el sujeto, más instalado va a estar en pensamientos infantiles, primitivos, y por tanto, más difícil se va a hacer el cambio. La salud se mide por la capacidad de sustitución.
Otro de los mensajes falsos que nos dan estos libros es la frase tan usada y manida: se trata de tu vida; haz con ella lo que quieras.
Vuelvo al término de la sobrederminación. La sobredeterminación es inconsciente en cada sujeto, y es la que va a permitir unos mayores o menores grados de sustitución, que en definitiva es lo que posibilita el cambio.
Podríamos resumir esta última idea en una sola frase: no es lo que quieras hacer con tu vida, es lo que puedas hacer en ella.
Para que se entienda esto de la sobrederminación; es como decirle a una persona que su cuerpo es suyo, y que haga con el lo que quiera, y la persona quiere volar. Está claro que hay una determinación física que no la podemos obviar. ¿Cuál es el trabajo, entonces, que se puede hacer para cambiar?
El Psicoanálisis permite reescribir el libro de nuestra vida. Esa sobredeterminación solo puede ser intervenida, vamos a utilizar un término quirúrgico, por medio del trabajo del Psicoanálisis. En la labor entre psicoanalista y psicoanalizando, los márgenes de esa sobredeterminación se van ampliando, y el sujeto va pudiendo cambiar y hacer aquello que antes no podía.
Y para terminar vamos a hacerlo con una metáfora: el Psicoanálisis le da alas al sujeto.
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Pino Lorenzo Psicóloga Psicoanalista