La medicina se encuentra, en numerosas ocasiones, ante el escenario de una enfermedad de la cual desconoce su origen. El calificativo que reciben estas enfermedades es “de origen desconocido”. Suelen ser enfermedades que traen de cabeza a médicos y pacientes, ya que presentan gran variabilidad en los síntomas entre un caso y otro, pueden cursar con brotes, y el tratamiento que reciben, no siempre hace el mismo efecto. Además, gran número de estas enfermedades suelen recibir el adjetivo de “crónicas”, dejando al paciente, ante un diagnóstico de este tipo, en una situación poco adecuada para enfrentarse a la enfermedad. En estas circunstancias la medicina lo único que hace es tratar sus síntomas y abandona todo intento de curación.
Desde la aparición del Psicoanálisis sabemos que el sujeto humano no es solo un cuerpo. Ni tan siquiera es un cuerpo y una mente. El Psicoanálisis introduce su objeto de estudio, el inconsciente, que complejiza el aparato psíquico. Esta ciencia estudia fenómenos que otras ciencias no han estudiado, como los sueños, los lapsus, los actos fallidos, enfermedades que no se explican, la histeria, la esquizofrenia, y da cuenta de un aparato psíquico complejo.
El origen de estos trastornos a los que la medicina cataloga de “origen desconocido”, tienen un origen inconsciente, es decir, su explicación está en procesos psíquicos profundos inconscientes. Y si el Psicoanálisis es la ciencia que da cuenta del inconsciente, el Psicoanálisis dará cuenta de estas enfermedades:
Esto por nombrar enfermedades que tienen su escenario en el cuerpo. Pero también podemos añadir a esta lista enfermedades psíquicas a las cuales la medicina, concretamente la psiquiatría, desconocen por qué se producen:
Todas estas enfermedades tienen tratamiento y cura, y el tratamiento es psicoanalítico, es decir, el tratamiento de los aspectos inconscientes que determinan la enfermedad y sus formas de manifestarse.